La lista de pueblos bonitos de España es casi infinita. Para una amante del turismo rural, recorrer estos lugares escondidos en parajes extraordinariamente hermosos es una prioridad. Y aquí seguimos, con otros tantos pueblecitos que parecen salidos de una postal: PEÑALBA DE SANTIAGO en León, SETENIL DE LAS BODEGAS en Cádiz o PUENTEDEY en Burgos.
PEÑALBA DE SANTIAGO
Antes de conocer Peñalba, sabía por sus imágenes, que era un pueblo precioso, entre los más bonitos, muy cuidado y en un entorno espectacular. Sin embargo no fue hasta llegar allí, que me impresionó de tal manera que aún después de visitar otros pueblecitos igual de maravillosos, casi me atrevería a destacar a Peñalba, para mí, como el más bonito de los pueblos de España.
Peñalba nos recibió con una lluvia persistente, casi envuelto en niebla y con una sensación de frío y humedad que no presagiaba un día muy adecuado para una excursión por el campo.
Sin embargo nada más dejar el coche y pisar el pueblo, la sensación de paz y calma que transmiten sus calles empedradas e inclinadas y sus tejados de pizarras negras confundiéndose casi con el entorno montañoso me hicieron pensar que tal vez no había mejor día para conocer este lugar único, acogedor pero de apariencia misteriosa, tan alejado de todo.
Las calles y casas del pueblo sorprenden no solo por sus materiales y su arquitectura perfectamente conservada, sino por los detalles que exhiben en puertas, paredes y balcones: jardineras repletas de flores, inscripciones en dinteles y en algunas paredes o pequeños adornos en madera y piedra. Hasta ollas recicladas y verduras sirven de decoración a este hermoso pueblo con carácter propio.
Rincones originales y llenos de encanto en Peñalba de Santiago
La iglesia mozárabe de Santiago de Peñalba, añade todavía más valor al conjunto del pueblo. Un templo que en su origen estaba adosado al antiguo MOnasterio de San Genadio, fundado en el siglo X, aunque la iglesia es de factura un poco posterior. Por sus características y estructura arquitectónica tiene gran valor, además presenta interesantes pinturas murales. El templo realizado en piedra está perfectamente integrado en el pueblo y sus tejados en pizarra parecen desafiar al paisaje montañoso de vértigo que se observa desde el campanario. El templo fue declarado Monumento Nacional, y junto con el propio pueblo es también Bien de Interés Cultural.
Es imprescindible hacer alguna de las rutas por este Valle del Silencio. El Bierzo es un lugar único. Pero eso da para mucho y se queda para otro post.
SETENIL DE LAS BODEGAS
Entre los pueblos blancos de Andalucía, Setenil de las Bodegas guarda un secreto. Paseando por sus callejuelas estrechas salpicadas de casitas blancas, da la sensación de que de un momento a otro la gigantesca roca se va a tragar a este bonito pueblo. Y es que en Setenil, las viviendas están literalmente incrustadas en la gran roca caliza.
Las calles de Setenil son un laberinto de casas cueva y pequeños locales de artesanía o bodegas. La iluminación nocturna le da un aire bucólico al pueblo, encerrado entre las paredes del cañón con la música de fondo del río Guadalporcún que nos acompaña en el paseo.
IMPRESCINDIBLE. Transitar sin rumbo por las callejuelas más bonitas y con nombres evocadores: Cuevas del Sol, Cuevas de la Sombra, Jabonería Cabrerizas, Calcetas y Herrería. Entrar en alguna de sus tiendas de artesanía, hacer una parada en la bonita Plaza de Andalucía y subirse a alguno de los puntos altos para observar una de las mejores vistas del conjunto.
PUENTEDEY
Descubrí Puentedey de camino a un viaje muy deseado hacia el magnífico Monumento Natural de Ojo Guareña. Como siempre al palnificar una escapada paso horas navegando, buscando lugares especiales que aparecen de camino a esos puntos imprescindibles del itinerario que me propongo. Puentedey está situado en la comarca burgalesa de las Merindades. Es un pueblo pequeño, más bien una aldea, pero su enclave es tan fascinante que enamora al primer golpe de vista.
La erosión ha labrado este arco gigantesco en la roca caliza que atraviesa el río Nela.
Probablemente el paisaje que rodea a Puentedey sea su mayor atractivo, pero aún así el propio pueblo con sus apiñadas casas tradicionales, casi colgadas en la mole caliza, su viejo molino restaurado y su curiosa iglesia románica son motivos suficientes para dar valor a este hermoso rincón de Castilla.
Hay que subir al mirador, acercarse al río que nos recibe nada más entrar en el pueblo y callejear un ratito, pasando por la iglesia de San Pelayo, y por supuesto tomar algún plato típico en los mesones del pueblo. El día de mi visita casualmente Puentedey estaba en fiestas, así que el puente de hierro se veía muy concurrido, pero esto no impidió que pudiéramos comer en una de sus agradables terracitas .
Hay que subir al mirador de San Amdrés donde nos espera una vista impresionante del pueblo colgado y del río
OTROS IMPRESICINDIBLES
Callejear por sus rincones, bajar al río que está ya a la entrada del pueblo y acercarse a la iglesia románica de San Pelayo con una curiosa portada labrada toscamente en piedra, representando un guerrero en lucha contra una especie de serpiente.
Y por supuesto hay que pararse a tomar algo en alguno de sus bares o mesones.
Muy cerca de Puentedey, se encuentra uno de los parajes más bonitos y peculiares que he podido visitar: El complejo de cuevas kársticas de OJO GUAREÑA, que incluye a la Ermita de San Bernabé, una belleza excavada en la roca y decorada con valiosas pinturas murales. Pronto la incluiré en un post propio.
En el sguiente post, seguimos visitando los mejores pueblos de España con Ronda, Comillas, Molinaseca, Toro y algunas aldeas perdidas del Bierzo como Compludo o la Herrería de Compludo.