Los mejores rincones navideños

Luces, abetos, guirnaldas, belenes, papa Nöel, más luces… cristianos o paganos, creyentes o agnósticos, en estas fechas ya casi nadie se resiste al encanto de la decoración navideña. Y nosotras, como somos unas viajeras apasionadas de los locales y rincones especiales hemos hecho una recopilación de los lugares más bonitos que hemos visitado en fechas navideñas.

Uno de los que más nos ha gustado es el pueblo medieval de ÓBIDOS, considerado de los más bonitos de Portugal, que próximamente actualizaremos en el blog con UNA ESCAPADA DE FIN DE SEMANA POR ÓBIDOS Y CALDAS DA RAINHA.  De momento, aquí va un resumen de algunos de esos lugares y rincones navideños:

1. ÓBIDOS. Este pueblo medieval del interior, pero cercano al atlántico, está considerado uno de los más bellos de Portugal. Con un hermoso casco antiguo dentro de sus murallas, transitar por las callejuelas de Óbidos es retroceder en el tiempo. Desde la muralla se contempla además una preciosa panorámica de la ciudad. 

Las calles y locales de Óbidos no necesitan grandes adornos pues ya son bonitas de por sí, pero en Navidad toman un color especial: a sus habitantes les encanta decorar los comercios y locales con musgos, piñas y guirnaldas naturales, un reclamo excelente para el turista, porque en verdad es difícil resistirse a entrar.

2.SORRENTO. Este pueblo asomado al Mar Tirreno hace de puerta de entrada a la turística costa Amalfitana. Sus calles desprenden un olor mezcla de sal y de cítricos, no en vano es uno de los lugares de producción y venta de limones y donde se elabora el limoncello un licor típico de la Península de Sorrento. En Navidad el pueblo se decora con mucho acierto, sin excesos, las calles y comercios se visten de gala con luces y brillos.

Si en verano este famoso pueblo costero rebosa vitalidad, en Navidades se muestra más apacible pero igual de bonito: Hay que salir a conocer todos sus rincones de día, ya que Sorrento está asomado al mar y desde sus acantilados las vista son espectaculares, y bajar a sus bonitos puertos Marina Grande y marina Piccola. Además el pueblo tiene un importante patrimonio para visitar: La Catedral, el Convento de San Francisco, la Iglesia de San Antonio, el Museo Correale, o el Vallone dei Mullini. Pero no hay que perderse la visita nocturna para ver el brillo de sus calles y edificios iluminados.

3. SALAMANCA: Una de las ciudades más bonitas de España, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es imposible hablar de Salamanca en unas pocas líneas. Hay que dedicarle varios días para conocer sus catedrales (la vieja y la nueva, pues ambas merecen por igual la visita), su magnífica Universidad y otros muchos recursos: El maravilloso Museo Casa Lis, el Pozo de Nieve, La Casa de las Conchas, el Puente del Tormes o el Huerto de Calixto y Melibea etc. etc. y ¡como no! la magnífica Plaza Mayor.

La Plaza Mayor iluminada en Navidad es uno de los lugares Navideños más bonitos.

El Museo Casa Lis iluminada por la noche resulta espectacular. Pero es que también hay que visitarlo por dentro, ya que sus colecciones de Art Déco y Art Nouveau son una pasada. En breve actualizamos el blog con una escapada por Salamanca

4.COIMBRA: una de las grandes ciudades históricas de Portugal, también se esmera en estas fechas. Aunque es muy agradable pasear las calles de Coimbra sin rumbo, tampoco hay que olvidar que estamos en una ciudad llena de recursos para visitar: La antigua Catedral, los Conventos de Santa Clara (a Nova e a Velha) el Monasterio de Santa Cruz, o las puertas del recinto amurallado que envuelve parte de la ciudad. Y por supuesto, imprescindible la Universidad y su biblioteca Joanina. 

También se puede aprovechar la oportunidad de visitar la ciudad romana de Conimbriga a muy pocos kilómetros de Coimbra e incluso acercarnos al magnífico Pazo y Bosque de Buzaco a menos de una hora. Aunque aquí nos centramos en rincones navideños, Coimbra y sus alrededores dan para mucho y merecen una escapada completa.

5.NÁPOLES:  Dejamos para el final esta ciudad del sur de Italia, precisamente por su importancia ya que la tradición de los belenes napolitanos  la convierte en uno de los puntos fuertes de las Navidades en Italia y en toda Europa.

Nápoles es casi una desconocida para muchos turistas que la consideran únicamente  una ciudad sucia y hasta peligrosa. Gran error, ya que es una ciudad repleta de monumentos y de arte: Iglesias, catacumbas, castillos, plazas y galerías monumentales, y su magnífico Museo Arqueológico Nacional hacen de Nápoles un lugar ideal para amantes de la cultura y el arte. Es cierto que su personalidad es muy diferente a las demás ciudades italianas e incluso del resto de Europa, ya que algunas calles no están precisamente arregladas, pero sus locales y rincones tan particulares y la peculiar costumbre de la ropa tendida a la vista de los transeúntes hace que aunque hay que mirar a Nápoles con una mentalidad más abierta, los días en esta ciudad se conviertan en una fantástica experiencia.

La calle San gregorio Armeno es por tradición la más conocida para ver y comprar los tradicionales belenes napolitanos, con figuras hiperrealistas, muchas de ellas irónicas y con personajes famosos. Sin embargo en varias iglesis y museos de Nápoles se pueden ver los mejores belenes del mundo, en donde a las tradicionales figuras navideñas se añanden otras modernas y entornos muy diversos: antiguas ruinas pompeyanas, plazas de Nápoles y edificios actuales… Realmente merece mucho la pena parase a ver estas obras maestras.

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