Después de visitar en el anterior post lugares tan especiales como Orbaneja del Castillo, Alcalá de Júcar o Cudillero, aquí dedicamos espacio a un conjunto de pueblecitos situados en la Sierra de Francia (Salamanca), que con su arquitectura tradicional conservan todo el encanto de lo auténtico: MOGARRAZ, LA ALBERCA, SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR y MIRANDA DEL CASTAÑAR . Todos ellos rodeados de un paisaje espectacular.
El paisaje en el que están inmersos estos pueblos es muy hermoso, rodeado de bosques de robles, castaños y acebos. Podemos hacer múltiples rutas y recorrer el Parque Natural de las Batuecas. Además existe una red de caminos, denominados «del arte» donde en el bosque se intercalan diferentes obras muy bien integradas: La ruta del agua, el camino de los prodigios, la senda de las raíces y el bosque de los espejos. En cualquier caso atravesaremos viñedos, huertos con frutales, arroyos y riachuelos, todo un paraíso natural.
LOS PUEBLOS OCULTOS ENTRE LOS BOSQUES DE LA SIERRA DE FRANCIA
MOGARRAZ: un pueblo lleno de tipismo y de arte. Al visitar Mogarraz lo primero que nos recibe es el rostro de una anciana, un agricultor o cualquier otro paisano, inmortalizados en los muros de sus casas tradicionales. Si piensas que esto resta encanto o da un aire sombrío a Mogarraz, esa idea preconcebida desaparecerá nada más pisar el pueblo. Los cuadros son tan bellos y tan bien integrados en el paisaje, que no hacen más que aumentar el interés de un lugar ya de por sí infinitamente hermoso.
Casi 400 retratos, realizados por un pintor local en la década de los 60 hacen una auténtica radiografía del pueblo de Mogarraz. Aunque algunos siguen viviendo allí, la mayoría son antiguos habitantes que han quedado inmortalizados en las paredes de este pueblo peculiar.
Pero Mogarraz es de por sí un pueblo muy bonito, casi diría que el más bonito de los pueblos de esta sierra, aún siendo La Alberca otra belleza, y siguiendo de cerca Miranda Y San Martín del Castañar. Sus casas adornadas con el entramado típico de la zona, con puertas adinteladas en madera y paredes recubiertas de adobe, se confunden entre las estrechas callejuelas. De camino nos encontramos con bodegas, mesones y coloridas fuentes, por algo parte de aquí «El camino del agua» atravesando hermosos bosques del Parque de las Batuecas. Pero antes hay que pasear bien por Mogarraz, parar en una de sus típicas tabernas y acercarse a la ermita del Humilladero.
Uno de los caminos del arte es el llamado Camino del Agua que une Mogarraz con el pueblo de Monforte. Un itinerario precioso salpicado de curiosas esculturas modernas pero muy bien integradas.
LA ALBERCA: Quizá este sea el más conocido de los pueblos de esta sierra, no en vano fue el primer pueblo español declarado Conjunto Histórico. Su plaza mayor presidida por un bonito crucero es digna de una postal, rodeada de casas porticadas y de balcones adornados con flores todo el año. La Alberca guarda muchos encantos que hay que descubrir callejeando y de paso acercarse a la Iglesia de La Asunción o a la cercana ermita de San Marcos.
En la Alberca se mezclan diferentes culturas recordando que fue lugar de paso de romanos, y asentamiento de judíos y árabes, pero sobre todo se percibe una vez más el aire tradicional de pueblo de sierra. Hay que buscar entre sus calles al Marrano de San Antón, que rinde homenaje en piedra al cerdo que se suelta el día del santo y vaga libremente por el pueblo hasta el mes de enero en el que es sorteado entre los vecinos. Con ello se sigue conmemorando una tradición de una época más oscura en la que los judíos conversos debían convencer a la Inquisición de su transformación al cristianismo.
SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR: Otro de esos pueblecitos que conservan todo el sabor tradicional de esta sierra. En san Martín encontramos además algunos elementos medievales, como el antiguo puente y el castillo elevado en una colina, del que se conserva la Torre y parte de los muros, y curiosidades como la plaza de toros, que aprovechó el antiguo patio de armas del castillo.
Caminando por las calles empedradas de Sa Martín encontramos una muestra más del orgullo que los habitantes de estos pueblos tienen por su tierra. No hay casa que no esté perfectamente cuidada y arreglada, con sus escaleras y balcones llenos de flores.
MIRANDA DEL CASTAÑAR: El último de los pueblecitos visitado en esta escapada, ya cayendo la noche.
Al día siguiente todavía se puede aprovechar para rutear de nuevo por estos parajes, y acercarnos al mítico Tejo del Convento, p a la ermita de Santa Teresa rodeados de una espléndida naturaleza. La visita a estas tierras da para eso y mucho más.
En el próximo post todavía más pueblos de España: Peñalba de Santiago, Puentedey y Setenil de las Bodegas.
Y después otros hermosos pueblos como Ronda, Comillas, Molinaseca, Toro, etc.