El Teide es un gigante volcánico que con sus casi 3.800 metros preside la isla de Tenerife conformando con su entorno el Parque Nacional de las Cañadas del Teide. Una lugar asombroso lleno de tantos senderos y rutas alternativas que necesitaríamos unos cuantos días para hacernos una idea aproximada de por qué está maravilla es Patrimonio de la Humanidad desde 2007
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Una vez en el Parque es imprescindible subir al pico del Teide. Se coge el Teleférico en la Estación Base (para subir andando hay que estar en muy buena forma y tener tiempo, pues salva un gran desnivel). Una vez arriba nos encontramos a 3.555 metros. Aquí sí es muy interesante hacer alguno de los senderos que llevan al Mirador de La Fortaleza o al Mirador de Pico Viejo, con unas vistas panorámicas espectaculares. Un tecer sendero el deTelesforo Bravo al cráter es de acceso restringido solicitando antes un permiso especial gratuito
Irene caminando por las Minas de San José (P.N. Cañadas del Teide)
Aunque parezca increíble el Parque acoge una gran variedad de paisajes: desde los famosos Roques, pasando por la ruta entre las rocas de malpaís, hasta las casi lunáticas Minas de San José o las zonas de vegetación endémica como la margarita del Teide o los hermosos tajinastes que en primavera estarán espectaculares.
Además de la zona más conocida donde despuntan los Roques de García (esas grandes formaciones rocosas de origen volcánico), el Parque es un enorme paraíso de diversidad con senderos y parajes muy diferentes: Las Minas de San José son de las más espectaculares con sus arenas color verdoso salpicadas por formaciones rocosas muy diversas. También la zona del Volcán de Samara un paraje precioso por el contraste del suelo de arena casi negra salpicada por el verde de los pinos.
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Paisaje del Volcán de Samara
En el próximo post más cosas sobre Tenerife, una isla con muchas opciones (El maravilloso bosque de Anaga, calas, pueblos típicos…)