FOTOS: Almudena Zaragoza y Manfred Heidenreich
Una experiencia única: Interactuar con una manada de guepardos que habitan en condiciones de semi-libertad en un espacio de varias hectáreas donde pueden correr libremente tal como adoran estos felinos y hasta cazar.
En este mismo espacio durante una mañana pude caminar junto a ellos, ver de cerca sus características físicas y su comportamiento e incluso acariciarlos: dos guepardos hembra adultas socializadas, y cuatro guepardos jóvenes o semi-adultos que se están socializando. ¡Un lujo para una amante de los felinos!
La experiencia formó parte de un curso sobre GRANDES y PEQUEÑOS FELINOS impartido por Animal Record en su Escuela Superior de Medio Ambiente.
Gracias a Almudena Zaragoza, Alvaro Mezcua (Biólogos que imparten la parte teórica) y al dr. en Veterinaria Manfred Heindereich quien facilita la práctica en su centro de cría.
Los cuatro jóvenes jugando en grupo
CARACAL: otro de los felinos del Centro del Dr. Manfred
EL TIGRE: En Kanchanabury, un lugar selvático a unas tres horas de Bangkok, se encontraba hasta hace unos años el Templo del Tigre. Este lugar en un principio comenzó como una especie de santuario con la adopción de unos tigres que habían quedado huérfanos por unos cazadores furtivos. Pero poco a poco se convirtió en un negocio hasta llegar incluso a denunciarse por tráfico ilegal de estos animales, algo que los monjes siempre han negado. Después de años de controversias, finalmente las autoridades tailandesas cerraron el Templo y los tigres se llevaron a diferentes reservas del norte del país.
EL TIGRE: En Kanchanabury, un lugar selvático a unas tres horas de Bangkok, se encontraba hasta hace unos años el Templo del Tigre. Este lugar en un principio comenzó como una especie de santuario con la adopción de unos tigres que habían quedado huérfanos por unos cazadores furtivos. Pero poco a poco se convirtió en un negocio hasta llegar incluso a denunciarse por tráfico ilegal de estos animales, algo que los monjes siempre han negado. Después de años de controversias, finalmente las autoridades tailandesas cerraron el Templo y los tigres se llevaron a diferentes reservas del norte del país.
Cuando supe del Templo del Tigre, me acerqué a cumplir el sueño que tenía desde la infancia: poder acercarme y acariciar uno de estos preciosos felinos. La experiencia fue en ese sentido impactante, estar tan cerca de uno de estos animales impresionantes de casi 300 kg de peso,
Sin embargo esto es algo que me ha llevado a reflexionar sobre esta gran contradicción: los amantes de los animales no debemos fomentar ni contribuir a perpetuar su explotación. Valga este post para concienciar sobre la explotación de los animales y su uso con fines económicos por suerte cada vez más infrecuente pero aún muy de moda en muchos lugares del planeta.
Es necesario adquirir conciencia de que los ánimales no son objetos para nuestra satisfación y que el respeto por su carácter salvaje y su libertad tiene que estar por encima de todo. Por desgracia en otros lugares de Tailandia el trato a los animales es todavía peor y es muy común utilizar animales salvajes para que los visitantes se hagan fotos: leones adormecidos, cocodrilos con la boca atada y otros animales, se ofrecen en muy malas condiciones simplemente para satisfacer la curiosidad del turista.
Una experiencia sin duda única. A mi no me parece que en este tipo de actividades, con biólogos y expertos se fomente la explotación de los animales. Creo que experiencias así ayudan a que los humanos nos integremos con el mundo animal y lo respetemos. Por supuesto, totalmente de acuerdo en acabar con la explotación explícita que comentas,con los shows aberrantes y con cualquier abuso tanto a animales domésticos como salvajes.
De acuerdo contigo Antonio. Lo de la explotación no incluye el caso de los guepardos, donde se hace un programa especial con expertos y donde la verdad disfruté como nunca, consciente además de que los animales vivían en unas condiciones excelentes y lo más parecidas a la libertad en su hábitat. Me gustó mucho. Ese tipo de lugares y los Santuarios de animales heridos o huérfanos o en peligro de extinción y por supuesto las grandes reservas, creo que son muy diferentes a circos u otros espectáculos.